El Observatorio de la Imagen del Instituto de la Mujer, ha pedido a la firma que retire algunas de las fotos de la campaña de primavera-verano de la temporada 2007. En concreto, una foto en la que aparece una modelo tumbada en el suelo, posa como si estuviera siendo forzada por otro modelo en este caso masculino que le agarra de las muñecas, mientras otros cuatro modelos les miran.
Esta firma italiana, no es la primera vez que da la nota en alguna de sus campañas, y es censurada. En este caso, no tiene que ver con la violencia en general, sino en concreto, con la violencia contra el género femenino.
El organismo autónomo dependiente del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, piensa que la fotografía puede insinuar e incitar a la violencia de género. Añade además, que puede dar a entender que “es admisible la utilización de la fuerza como un medio de imponerse sobre las mujeres”.
El instituto de la mujer se ha sumado a ésta polémica, exigiendo a los anunciantes y los medios de comunicación, que no difundan este tipo de publicidad.
Estamos llegando a unos límites en el que todo se mira con el ojo de la censura, anuncios, videoclips, canciones…todo tiene que ser ajustado, para que ningún colectivo saque de contexto lo que se escucha en la radio, lo que ve en las vallas publicitarias o anuncios televisivos...
Al parecer, es muy difícil tener a todo el mundo contento. Podriamos decir que es casi imposible. Y nosotros nos preguntamos: ¿De verdad nos ofende todo lo que censuramos?
Esta firma italiana, no es la primera vez que da la nota en alguna de sus campañas, y es censurada. En este caso, no tiene que ver con la violencia en general, sino en concreto, con la violencia contra el género femenino.
El organismo autónomo dependiente del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, piensa que la fotografía puede insinuar e incitar a la violencia de género. Añade además, que puede dar a entender que “es admisible la utilización de la fuerza como un medio de imponerse sobre las mujeres”.
El instituto de la mujer se ha sumado a ésta polémica, exigiendo a los anunciantes y los medios de comunicación, que no difundan este tipo de publicidad.
Estamos llegando a unos límites en el que todo se mira con el ojo de la censura, anuncios, videoclips, canciones…todo tiene que ser ajustado, para que ningún colectivo saque de contexto lo que se escucha en la radio, lo que ve en las vallas publicitarias o anuncios televisivos...
Al parecer, es muy difícil tener a todo el mundo contento. Podriamos decir que es casi imposible. Y nosotros nos preguntamos: ¿De verdad nos ofende todo lo que censuramos?
